Discurso politiquero

Discurso politiquero
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

jueves, 25 de junio de 2009

El Libertario solicita apoyo de bandas libertarias y sellos alternativos




El Libertario es una publicación bimensual anarquista que se viene editando en Caracas desde 1995 (http://www.nodo50.org/ellibertario). Abordando una temática variada, desde análisis político hasta la contracultura, y difundiendo las diferentes visiones del pensamiento ácrata, se ha convertido en una referencia latinoamericana para los movimientos sociales autónomos y autogestionados. Para el mes de noviembre, el colectivo editor está organizando lo que será la primera feria del libro anarquista a realizarse en Venezuela, la cual incluye, además de la distribución de libros antiautoritarios de varios países, la realización de foros, así como la proyección de películas y documentales.

La realización de este proyecto, como es tradición dentro del movimiento ácrata, se realizará autogestionadamente. Estamos realizando diferentes actividades para recolectar el dinero para los diferentes gastos. Es por esto que solicitamos la cooperación de las bandas y sellos en la dirección que otros lo han hecho en el pasado. Emprendimientos musicales como Noseke Records (Venezuela), Masapunk (Chile), Buenos Aires Desorden (Chile) y Cryptas Records (México), por nombrar algunas, nos han cedido tanto copias originales de sus materiales como portadas sobrantes de sus discos, junto a un “master”, para que fueran reproducidas a beneficio de nuestra publicación. Eso nos ha ayudado mucho en el pasado, con lo que además hemos colaborado en la difusión de estas iniciativas en nuestro entorno. Todas las iniciativas que han cooperado luego, como contraparte, les hemos dado espacios en nuestro periódico, creciendo así la comunidad libertaria y de resistencia.

A todos los amigo/as y compañero/as que deseen más información sobre esta petición, pueden escribir por e-mail a periodicoellibertario@gmail.com

Si desean remitir algún material, pueden hacerlo a:
Prof. Nelson Méndez
Universidad Central de Venezuela,
Fac. Ingeniería, Ciclo Básico, Dpto. de Ens. Generales,
Ciudad Universitaria, Caracas 1040, Venezuela

domingo, 26 de octubre de 2008

Elegir nuevos amos no hará más ligeras nuestras cadenas



Posición del periódico El Libertario frente al 23N
El próximo 23 de noviembre (23N), como es del conocimiento público, se efectuarán elecciones para las alcaldías, gobernaciones y consejos legislativos regionales en Venezuela. De nuevo, un evento comicial ocupa las principales preocupaciones políticas de las cúpulas en pugna, arrastrando consigo a diferentes organizaciones sociales y populares en el chantaje de "antes de solucionar los problemas, ganemos las elecciones". La electoralización de las movilizaciones ciudadanas, así como la imposición desde arriba de una agenda política a los de abajo, ha cosechado numerosos frutos a los autoerigidos líderes del "proceso" y la "oposición". El año entrante se votará la Asamblea Nacional, ediles y juntas parroquiales; el pasado fue el referéndum sobre la reforma; el 2006 la presidencial; el 2005 las de consejos municipales y la Asamblea Nacional, el 2004 el referéndum revocatorio y así sucesivamente. Incluso para el 2009 se especula sobre la celebración de un referéndum para modificar la constitución y aprobar la reelección. La tónica de todos estos actos electorales ha sido la misma: mantener entretenida la opinión pública alrededor de un espectáculo, delegando indefinidamente la representació n. Con esta expectación, además de distraer a la gente de sus problemas inmediatos, se cumplen las formalidades democráticas necesarias en tiempos de globalización. Ni la revolución, ni el socialismo, ni la libertad, ni la capacidad innegociable de la gente para decidir en sus manos su propio destino tienen algo que ver con esta falsa polarización.
Sin embargo, esta estrategia representa una continuidad de la cultura política venezolana posterior a la edificación del Estado moderno y rentista realizado por Juan Vicente Gómez, cuyos cimientos entraron en crisis a partir de la década de los 80´s, cuyos efectos han intentado revertirse con un simple recambio burocrático y el cambio de la nomenclatura de los entes gubernamentales.

Antecedentes de la polarización

La polarización maniquea se ha establecido como una norma de la democracia representativa venezolana. Rómulo Betancourt la creó a partir de su colaboración con el partido socialcristiano y después, con la caída del puntofijismo, con el tándem chavismo-oposició n. Todo bien orquestado entre una cúpula derechista en el poder y otra, rumiando su pérdida y esperanzada en revertirla, aspirando para su ascenso la bendición de los agentes internacionales de dominación.

En Venezuela, tanto el gobierno como la oposición hablan de las bondades del modelo político reinante y lo definen como democrático. Incluso, algunos sectores adversos al gobierno le imputan haberse apartado de la democracia, tildándolo de dictadura constitucional. Preconizan su desarrollo por existir un sistema de votaciones donde aparentemente se escogen los mandatarios populares. Tanto en la Cuarta como en la Quinta República "democracia" se ha reducido a la promoción de los derechos civiles y políticos, en desmedro de medidas estructurales que, elevando el nivel y la calidad de vida de la población, hagan efectivos los derechos económicos, sociales y culturales. Es por esto que, a pesar de ser un país con altos ingresos producto de la renta petrolera, presenta una de las distribuciones de riqueza más injustas del continente.

Sin embargo, se trata de mitos bien organizados por las cúpulas gobernantes con soporte en los medios de difusión de masas para crear la imagen de estar en un país libre. Cualquier análisis equilibrado debe concluir en la inexistencia de un proyecto donde la gente decida, sino todo lo contrario. Estamos en presencia de un sistema donde los factores de poder toman las decisiones y los mecanismos formales colorean el cuadro, sin definirlo ni determinarlo.

En el año de 1948 se estableció el voto universal, directo y secreto. Quizá para ese entonces era una conquista relativa, pero en el mundo del siglo veintiuno no lo es. Interrumpido por las dictaduras militares, los comicios volvieron en 1958 cuando la Junta de Gobierno llamó a elecciones y fue electo Rómulo Betancourt, el arquitecto del modelo populista instaurado a raíz del llamado Pacto de Puntofijo.

La trayectoria de los votos

A partir de la ejecución del plan concebido desde el exilio, los tres líderes de los principales partidos políticos (Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba) fundaron su esquema partiendo de una exclusión: la de los comunistas. El líder de Guatire, con claridad en sus fines, gobernó con una pentarquía cohesionada en el tiempo: Los militares, el alto clero, un movimiento obrero domesticado (la CTV), Fedecámaras y fundamentalmente dos partidos políticos, A.D. y COPEI. Cada uno tenía un rol a cumplir para mantener el orden establecido. Y en el plano internacional Venezuela se colocó al lado de los Estados Unidos durante la confrontación este-oeste.

El devenir comicial venezolano se perfiló en dos sentidos. En primer lugar, el entusiasmo de los ciudadanos, expresado en la alta participación en las primeras votaciones post-dictadura, se vio erosionado por el fracaso de la representació n, desenlace inevitable para la demagogia e ineficacia emanada desde Miraflores. Asimismo, el aparato electoral del puntofijismo fue cada vez menos confiable, recurriendo al fraude y el desvío de recursos gubernamentales para los candidatos alineados con el partido de turno. El principio de que el "acta mata voto" se impuso dentro de la mayor bellaquería.

Se intentó vigorizar la delegación de la representatividad con la aplicación de mecanismos de veto popular. La Ley del Sufragio y Participación Política los acogió y en su articulado apareció la figura del referéndum. Luego el constituyente la incluyó en la máxima norma en 1999 en todos los planos del poder, nacional, estatal y municipal. Una de las normas de cualquier poder, se llame de derecha, centro o izquierda, es su instinto de autopreservació n, por lo que estos medios de consulta o revocación han sido boicoteados. Cualquiera recuerda la ordalía recorrida para quienes querían llevar a efecto el referéndum revocatorio contra el presidente Chávez y cuando al fin se efectuó, los factores de poder internacional se inclinaron ante el liderazgo de un hombre garante de las políticas de la globalización. La O.E.A. y el Centro Carter fueron determinantes para refrendar el triunfo del presidente en el revocatorio del 15 de agosto de 2004, ante una oposición corrompida y descalificada.

La izquierda repite los vicios de la derecha

Las organizaciones autodenominadas de izquierda, luego de su colapso militar, político y moral, negociaron su legalización a finales de los 60´s, e inmediatamente fueron a elecciones. El Partido Comunista se presentó en la elección de 1968 con una entelequia denominada Unión Para Avanzar (U.P.A.) y ulteriormente lo hicieron desde el M.I.R. hasta Bandera Roja pasando por la Liga Socialista, el MAS y la Causa R. Todos abandonaron la vía insurreccional guerrillera rural por una cuota de poder en el parlamento porque el espectro político estaba estrangulado por las dos grandes maquinarias (AD y COPEI).

La argumentación de esos sectores, hipotéticamente revolucionarios, gravitaba la supuesta necesidad de conducir las luchas sociales parceladas espacialmente hacia una vocería parlamentaria o edilicia. Dicho en otras palabras, el subterfugio para justificar la participación electoral era el techo que, a juicios de estos embaucadores, limitaba la iniciativa popular. Si una huelga zonal o algún estremecimiento de una localidad cobraba beligerancia había el peligro de su asfixia al quedar confinado a un territorio determinado. Requería en consecuencia un multiplicador con presencia nacional, lo que se concretaba en el curul parlamentario.
Sin embargo, la realidad y la finalidad de la estrategia electoral era, simple y llanamente, la conquista de resortes de poder para administrarlo, vivir del clientelismo y oxigenar la gobernabilidad. De allí que los sandinistas, los del Farabundo Martí en El Salvador, el socialismo chileno, la formación alrededor de Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, sean referencias obligadas del poder para mantenerse, luego de los fracasos de la derecha.

Elecciones y lineamientos hemisféricos

Con la entrada en vigencia de la Carta Democrática de la O.E.A., suerte de andamiaje institucional creado precisamente el 11 de septiembre de 2001, se estatuyó la antigua doctrina Tovar del sistema interamericano, asumida por Rómulo Betancourt durante su segundo gobierno. La misma consistía en reconocer sólo a gobiernos electos y no los nacidos de golpe de Estado. Con este instrumento jurídico, los americanos no han hecho otra cosa que recoger en un texto normativo la política a regir en sus intereses hemisféricos.

Si durante la Guerra Fría Washington apoyaba a las dictaduras tradicionales, represivas, violadoras de los derechos humanos y con un alto componente de militarizació n de la sociedad, ahora con la globalización les conviene regímenes formales. Los Odría, Pinochet, Rojas Pinilla, Ríos Montt, "Papa Doc" Duvalier, Stroessner, "Chapita" Trujillo, Onganía, Somoza, Baptista y los gorilas del cono sur, quedaron para la historia.

Una mundializació n de la economía, capaz de generar pobreza, desempleo y exclusión social, no puede ser sostenida por los tradicionales militares anticomunistas. Ahora requieren formas gubernamentales nacidas de elecciones formales porque el costo en todos los planos es infinitamente menor.

De todas maneras los gringos se cuidaron, en la sintaxis de la mencionada carta interamericana, de hablar de democracia sólo de origen, emanada de elecciones. Para nada expresaron el ejercicio o el desempeño del gobernante, su capacidad para beneficiar a las mayorías o disminuir significativamente las injusticias sociales. Si se aplicara la ilegitimación en razón de la praxis gubernamental, la inmensa mayoría de los presidentes de la región serían considerados al margen de tal legalidad internacional y serían defenestrados.

Génesis y vigencia del poder venezolano

En nuestro caso tenemos una estructura de poder creada por Juan Vicente Gómez. Este dictador sentó las bases del Estado contemporáneo al centralizar la gestión administrativa, unificar los tributos y sobre todo, inaugurar unas fuerzas armadas calcadas del modelo prusiano, como lo enseñó el chileno Samuel Mac Gil, contratado para ello. Asimismo, acabó con cualquier montonera o atisbo de federalismo, que poseía tradición en la historia venezolana, y lo sustituyó por la noción del "cesarismo democrático", un hombre autoritario de rasgos caudillistas cuyo manejo discrecional de la renta petrolera fuera el garante del progreso nacional.

El poder ha sido siempre el mismo y el aditamento electoral no es más que una fachada para barnizar su legitimidad. El ánimo del funcionario estatal es de autoritarismo y no de servicio. Pueden cambiar las personas, los estilos y las circunstancias pero la esencia del hacerse obedecer es la misma.
Con el advenimiento de la globalización y la victoria de Hugo Chávez, hubo una reformulación de los procedimientos de gobierno. Ante la decadencia de la representació n y de las organizaciones políticas, sindicales y religiosas, el militar de Sabaneta insistió en basarse en el estamento castrense para dirigir al país. No es tan sólo una ingente incorporación de los milicos a los cuadros altos y medios de los poderes públicos, sino la expansión de los valores militares a toda la sociedad venezolana a través de toda una simbología invasiva de las informaciones.
A pesar de los discursos, existe una relación positiva con los factores de poder internacional. La banca, respetada con el pago puntual de la deuda externa; la entrega de las áreas energéticas (petróleo, gas y carbón y la industria petroquímica) a las transnacionales; el Tratado de No doble tributación para favorecer a las empresas de los países del primer mundo; la adecuación de la constitución al capital internacional al equipararlo al criollo; el suministro seguro y confiable a largo plazo del crudo a Estados Unidos, la compra de gasolina para subsidiar a los americanos, la participación den el Plan Mesoamérica (antiguo Puebla-Panamá ) y en el I.I.R.S.A., definen esa orientación del chavismo.
Las elecciones no cambian en absoluto el poder en Venezuela como tampoco lo hacen en América Latina ni en ninguna parte del mundo. Nuestra región es ejemplo de los fraudes electorales promovidos desde la institucionalidad. Para muestra podemos señalar la dictadura electoral del P.R.I. en México, el fraude a Rojas Pinilla en Colombia, a Cuautémoc Cárdenas en tierras aztecas, a Juan Bosh en República Dominicana, a Andrés Velásquez en Venezuela, a Domingo Laino en Paraguay y paremos de contar. Es una consecuencia de la acumulación histórica del poder en América Latina. Desde la guerra de secesión de los imperios ibéricos, nuestros pueblos han sido dirigidos por cúpulas y caudillos castrenses hambrientos por concentrar el poder. Como no hay institucionalidad alguna en materia electoral se refleja más que nunca este hito del devenir mestizo. Y por supuesto, Venezuela no es la excepción siendo el modelo a emular desde la separación de España.
El chavismo y el antichavismo se confunden al hablar de elecciones y democracia, porque para cada uno de ellos significa lo mismo. Sus discursos omiten los problemas cotidianos de la gente, no se plantean la crisis de la representació n, la necesidad de una democracia directa, de la federalizació n del poder, de la autogestión en múltiples rubros, porque viven del paradigma clientelar existente. Son ideas vacías, requeridas para darle soporte de racionalizació n a un Estado autoritario, así como a un proyecto de gobierno fundado en la colaboración de los factores de poder.

Las experiencias abstencionistas venezolanas

La participación electoral fue cuestionada por el partido Acción Democrática cuando en 1953 se opuso a participar en el plebiscito promovido por la dictadura perezjimenista, lo cual devino en fracaso porque la gente apostó a la candidatura de Jóvito Villalba.

Posteriormente, en los sesenta, la izquierda insurreccional llamó a la abstención en las elecciones del año 1963. El resultado fue un fracaso porque el pueblo creía en el modelo populista instaurado luego del 23 de enero de 1958. Pero la democracia formal fue tan ineficaz que en 1968, a diez años del derrocamiento de Pérez Jiménez, los electores votaron significativamente por los partidos perezjimenistas, añorando la vuelta del régimen militar. El general de Michelena no vino al país para estimular esa votación inesperada y el esfuerzo a la postre se perdió por su falta de interés.
La conducta de esas dos experiencias, la de los revolucionarios sesentosos como la del otrora partido del pueblo, surgió de una premisa muy diáfana: trataban de impulsar dentro del pueblo una opinión mayoritaria que los favoreciera en desmedro de la actitud activa de ir a elegir, motivándolos razones estrictamente coyunturales.

Recientemente los partidos opositores promovieron la abstención en el proceso para elegir los diputados a la Asamblea Nacional, en diciembre de 2005. Estas votaciones tampoco movilizaron a la base de apoyo oficialista, con lo que la abstención y el voto nulo alcanzaron más del ochenta por ciento del electorado. Sin embargo el antichavismo, al experimentar la pérdida de las cuotas de poder que ofrece el parlamentarismo, se ha arrepentido de su estrategia, y algunos de sus más furibundos "abstencionistas" hoy son los principales candidatos de la denominada unidad opositora. Este abstencionismo oportunista, por tanto, repite la historia de los partidos izquierdistas en el pasado: se realizan retiros tácticos y provisionales del torneo electoral si no están las condiciones dadas para, ocupando los cargos, expandir las redes clientelares que allanen el camino a más espacios de poder en el futuro. Tras los resultados del pasado referéndum constitucional, en los que el liderazgo mediático opositor negoció un resultado diferente al existente en las urnas, el antichavismo recobró la posibilidad de reconstruir el bipartidismo y erigirse en la alternativa por descarte, el interlocutor con el que se negociarán, como ya se hizo el pasado 2 de diciembre, parcelas de poder con su respectivo porcentaje de renta petrolera e ingresos tributarios.

Ese abstencionismo gaseoso, como el enarbolado provisionalmente por los representantes del viejo estatus, no cuestiona las propias relaciones de dominación, la estructura del Estado, la concentración de poder en detrimento del ciudadano común o el propio sistema electoral democrático representativo, con la presencia de un árbitro parcializado y poco transparente. En cambio, sólo se objetó las condiciones espacio temporales de realización de una cita electoral determinada, cuya negociación y modificación ofrecen las condiciones para la simulación democrática en el país y la reconstrucció n bipartidista.

Razones de la abstención

Acudir a las máquinas no tiene sentido alguno porque en caso de triunfar, con todos los compromisos inherentes a las redes de relaciones de poder que conforman la arquitectura estatal, no se haría sino repetir la actitud de los gobernantes de siempre. Si no, basta con apreciar la decadencia moral y económico-social de los líderes de la "izquierda" en toda la zona. Lula Da Silva, Tabaré Vásquez, Daniel Ortega y Hugo Chávez son expresiones nítidas de lo antes aseverado. Son manifestaciones de lo mismo con un agregado: introducen en medio de sus procederes populistas, el modelo más agraviante que la humanidad haya conocido: la globalización.

Asistir a un proceso electoral es apuntalar los nuevos disfraces de la comparsa, pues el carnaval es el mismo. La próxima elección es un intento de revitalizació n de la polarización y de retruque, de la democracia formal necesitada de un nuevo bipartidismo. Al obtener la oposición éxitos relativos en las gobernaciones y alcaldías se fortalece la combinación binaria que ha atrapado tradicionalmente a los venezolanos. Por otro lado la ineficacia del poder en el país es ostensible y patética debido a su incapacidad en resolver los problemas elementales.

Participar simboliza ser parte del juego clientelar y jamás podrá ser una opción de cambio para nuestra nación; por el contrario, es cohonestar el enjambre despótico del Estado a cambio de prebendas de múltiples tipos. Tenemos enfrente a un aparato político aceitado gracias a la bonanza económica derivada del auge petrolero, capaz de mediatizar y simular todos los niveles de voluntad democrática, como siempre ha sido la tónica del Estado rentista.

Llamar a la abstención en la elección del 23 de noviembre es la actitud más acertada para quienes sostenemos una postura libertaria por diversidad de razones. Inicialmente por motivos principistas, vale decir, por causas profundamente éticas nacidas del rechazo al poder y todos sus espacios, incluyendo los institucionales como el parlamento y los cargos derivados de la representatividad. Cualquier participación persigue la obtención de cuotas de poder y entrar al juego establecido por la estructura constituida. Hacerlo es sumarse al disfrute de parcelas de clientelismo y respaldo al orden establecido.

Adicionalmente emergen elementos puntuales como la imposibilidad de cambios dentro del margen del modelo político venezolano. Basta con observar a las candidaturas pera medir la envergadura de la crisis en las que se encuentra el panorama político formal, verbigracia las opciones para la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Allí los dos personajes, Aristóbulo Istúriz y Antonio Ledezma, simbolizan como nadie la incapacidad y el envilecimiento del ejercicio de la actividad política. La abstención, además, contribuirá a impedir el resurgimiento de las agrupaciones partidarias herederas de la socialdemocracia de la Cuarta República, bien sea en su versión bolivariana (PSUV) o su formato oposicionista, con sus chantajes en pos de una falsa unidad, consecuencia de su estrategia del "mal menor". Asimismo, rechazamos el llamado "voto castigo". Por ello hace 10 años se instauró una cúpula de poder que ha llegado a ser igual y/o peor que las anteriores y también sucedió durante la llamada Cuarta República donde se "castigaba" a Adecos o Copeyanos, pero se mantenía el bipartidismo. Seguir creyendo en que "el menos malo" cambiará la situación es seguir justificando su autoritarismo y nuestra sumisión. No acudir a las urnas y registrar una alta ausencia de las mismas es demostrar la plena vigencia del sistema de poder presidencialista en el país, demostrando en los hechos que no existen nuevos valores políticos internalizados por la sociedad, o algún "proceso de cambios" al que hay que apuntalar. En cambio, abstenerse de votar es el verdadero castigo al autoritarismo de las cúpulas, a su nepotismo y abuso de poder, al robo y corrupción de los dineros públicos, al alto costo de la vida, a la miseria de la vida cotidiana que ha originado la inseguridad personal, las humillaciones del reparto de las migajas de la bonanza petrolera y la militarizació n del país.

Llamamiento final

Llamamos a no votar de una manera activa con la finalidad de conformar formas nuevas de organización, capaces de conducir las aspiraciones de la inmensa mayoría de los venezolanos y venezolanas no polarizados. Las redes sociales u populares, las intelectuales, los trabajadores, estudiantes, mujeres, excluidos y demás oprimidos de la sociedad venezolana, son los destinatarios de esta iniciativa y deben ser los sujetos activos de la abstención.

No obstante, pensamos que sólo el desarrollo de la subjetividad y la conciencia de los niveles políticos de la gente será el detonante de una línea abstencionista exitosa en cuanto a la audiencia nacional o a su eficacia política. Corresponde a los hombres y mujeres libres decidir, en forma contundente y radical, el entierro de la democracia formal para instaurar nuevas expresiones de la democracia directa. La solución de todos nuestros problemas no pasa por las urnas de votación, sino en la beligerancia y movilización autónoma frente a los múltiples factores de poder y dominación, entre los cuales se encuentran los emisarios de la burguesía desplazada y la ascendente boliburguesía, cuyos personeros son los que ocupan los tarjetones electorales del próximo 23N. Denunciemos con el mismo ímpetu la farsa bolivariana y las intenciones de los herederos del puntofijismo, estableciendo lazos entre todas y cada una de las luchas de los y las de abajo.

Luchando por la autonomía de los movimientos sociales

Periódico El Libertario

http://www.nodo50. org/ellibertario

Caracas octubre del 2008

sábado, 6 de septiembre de 2008

La Reforma Universitaria: Un Hito Precursor

Iniciada en Cordoba (Argentina) en 1918, la Reforma tuvo honda
repercusion en las universidades argentinas y latinoamericanas. Medio siglo
mas tarde, algunos de sus postulados programaticos seran asumidos por los
estudiantes franceses, en el celebre mayo de 1968. A la estructura feudal de
la universidad, con sus rectores-reyes y sus catedraticos-marqueses,
sustituyo una organizacion democratica, donde los cargos eran electivos y las
catedras se proveian por concurso, donde los estudiantes estaban
representados en los consejos y el claustro. A la mera clase magistral, que
solia comentar un texto a veces milenario dogmatica y repetitivamente,
sustituyo el predominio del seminario y del laboratorio. Cuestiono los
examenes, el sistema de calificaciones, la asistencia obligatoria a clases,
etc. Introdujo en los pensa nuevas asignaturas, creo nuevas carreras y nuevas
escuelas y facultades. La Reforma represento, en una palabra, un intento
por lograr en el ambito academico la vigencia de una Constitucion democratica
que el pais mismo no tenia. Asi lo entendian muchos de sus principales
ideologos, como Gabriel Del Mazo por ejemplo.

Hubo, sin embargo, unos pocos que querian ir mas alla y veian en la
Reforma Universitaria un instrumento para la Revolucion Social. Entre ellos
estaba el anarquista Juan Lazarte, el primero que trato de establecer
vinculos permanentes (y no meramente retoricos, sino encaminados a la accion
solidaria y comun) entre los grupos estudiantiles reformistas y los
sindicatos obreros (mayoritariamente anarquistas en la Argentina de la
epoca). Para Lazarte, la universidad argentina y latinoamericana debia
transformarse en un gran taller de la ciencia, donde estudiantes y
profesores se consagraran a la investigacion y crearan nuevos conocimientos.
Esta comunidad de trabajo intelectual debia regirse a si misma y tomar todas
las decisiones, tanto academicas como administrativas, con plena autonomia e
independientemente del Estado y la burocracia. Esbozaba asi, aun sin llamarla
con este nombre, la autogestion universitaria.

_Definicion y Antecedentes Historicos_
Un comite de accion obrero-estudiantil de la Universidad de La Sorbona,
en Paris, definio la autogestion con estas palabras: "La autogestion como
sistema economico y social tiene por objeto realizar plenamente la
participacion libre en la produccion y el consumo mediante la responsabilidad
individual y colectiva. Es por tanto un sistema creado ante todo para el
hombre, para servirlo y no para oprimirlo. En la practica, la autogestion
consiste para los obreros en hacer funcionar sus fabricas por y para ellos
mismos y, por consiguiente, en suprimir la jerarquia de los salarios, asi
como las nociones de sistema asalariado y predominio patronal. A ellos
corresponde la tarea de constituir los consejos obreros elegidos por ellos y
que ejecutan las decisiones de todos. Analogamente, para los maestros y
estudiantes de una universidad, la autogestion tendra por objeto realizar
plenamente la libre participacion en la produccion del conocimiento y en el
consumo de la ciencia y de la cultura, mediante la responsabilidad individual
y colectiva".

Conviene recordar que la universidad, nacida en el seno de la ciudad
medieval, fue originariamente un gremio y no significo otra cosa mas que "el
conjunto de todos los maestros y estudiantes" de una ciudad. Este gremio se
proponia "la busqueda de la verdad" y su tarea consistia en producir y
reproducir la ciencia, asi como la del gremio de zapateros era la de producir
zapatos. El gremio tenia una estructura no jerarquica, ya que el maestro no
lucraba con el trabajo comun, ni se aprovechaba de el mas que los aprendices,
y, por otra parte, toda la ensenhanza estaba encaminada a igualar, inclusive
en el saber, a los aprendices con el maestro. Y esto sucedia igualmente en la
universidad, la cual en sus origenes no dependia del monarca o del senhor
feudal, ni tampoco directamente de la autoridad eclesiastica y del papado,
aunque pronto reyes y pontifices trataron de dominarla y utilizarla para sus
propios fines. La universidad originaria presenta asi una imagen arquetipica
de la universidad autogestionaria, a la que se debe aspirar para el futuro.

_Para Construir una Utopia Concreta_
Aunque no es facil ni pertinente ofrecer recetas para edificarla,
conviene explicar en que consistiria y cuales deberian ser sus principales
caracteristicas:

1) La universidad autogestionaria debe ser autonoma, es decir independiente
del poder politico y del Estado, cualquiera que sea. Pero debe ser igualmente
independiente del poder economico y en ningun caso puede ser concebida como
una empresa ni financiada por el capital privado. Es evidente que no puede
ser organo pedagogico de una iglesia u organizacion religiosa, ni aceptar un
credo o profesion de fe, un libro sagrado, una autoridad que defina la verdad
dogmatica y moral.

2) La universidad autogestionaria debe ser gratuita y abierta a todos por
igual.

3) La universidad autogestionaria debe estar regida por la comunidad de los
profesores y los estudiantes y no puede admitir ninguna intervencion
exterior, ya provenga del Estado mismo, ya de las fuerzas de presion, ya de
los partidos politicos. Para ello es preciso que genere organos capaces de
neutralizar esa intervencion foranea y que produzca inclusive lo que
podriamos llamar "anti-lideres".

4) La universidad autogestionaria se constituye en un centro de contestacion
permanente de la sociedad global, pero, ante todo, de si misma. Estudiantes y
maestros critican de un modo continuo, madura y responsablemente, tanto la
forma como el contenido de la investigacion y del proceso ensenhanza-
aprendizaje.

5) La universidad autogestionaria se basa en una estrecha vinculacion de la
tarea investigativa con la docente. Mas aun, puede decirse puede decirse que
tiende a identificar la docencia con la investigacion, partiendo del supuesto
de que el momento esencial en la formacion del estudiante es buscar la verdad
y crear saber mas que recibir conocimientos pasivamente.

6) Como consecuencia de todo ello, la universidad autogestionaria suprime
examenes, calificaciones, premios y castigos academicos, etc., reflejo y
fruto de la competencia capitalista y de la lucha a muerte por el dinero, y
promueve entre los estudiantes el sentido de la aventura, la fascinacion del
descubrimiento, la sed del saber por el saber mismo y el gozo de la creacion.
Los examenes son sustituidos por la evaluacion que el grupo hace de si mismo
y por la mutua evaluacion de sus componentes.

ANGEL J. CAPPELLETTI
(CORREO A # 11, pp. 8-9; noviembre 1989)

viernes, 30 de mayo de 2008

¿Las sombras vencen a esta casa?

Hace un año, con el impacto que causó el decreto de no concesión de RCTV, la UCV parecía despertar de la actitud borreguil que por mucho tiempo había dominado en la misma. Era un gusto ver como en todas las escuelas se daba el debate y nos animamos a participar de nuevo en la vida política, cada quien con sus ideologías, pero al parecer dándole a la universidad la cara que temen todos los gobiernos, la cara de descontento.

Con el referendum de la reforma, parecía continuar ese despertar estudiantil, aunque se vislumbraban “líderes” que impusieron su dirección al movimiento. Pasado el tiempo, paulatinamente han venido aplicándose las medidas propuestas en la reforma, vía ley habilitante, y ese liderazgo se dedicó a lo que mejor sabe hacer, la politiquería electoral. Con la elección de rector se vio algo parecido a lo que antes ocurrió con los organismos estudiantiles (ver artículo “Democracia Universitaria”, El Libertario, # 52). La discusión se perdió, los oportunistas supieron aprovechar sus oportunidades para la demagogia, y engañarnos con una hipnosis electoral que adormeció las inquietudes. Mientras tanto, el gobierno hace lo que desea y la oposición solo se concentra en ganar alguna que otra parcela de poder.

Hemos olvidado lo que hace un año nos impulsó, el descontento y la necesidad de rebelarnos y juzgar todo. El movimiento estudiantil ha caído, y son pocas las luces que da para levantarse. Sin duda es indispensable volver a las discusiones, pues hay mucho por cambiar, y debemos juntar nuestras ideas y nuestras ganas de lucha. Esto no es algo de hoy para mañana, es paso a paso, pero debemos empezar ahora, volver a las asambleas y los debates que por un tiempo ocuparon nuestras aulas.

Salvador Méndez

sábado, 3 de mayo de 2008

Venezuela: Luchando por la autonomía de los movimientos sociales

* Sale a la calle El Libertario # 53 (mayo-junio 2008), vocero ácrata de ideas y propuestas de acción, que en su editorial ratifica el compromiso con la movilización social autónoma, opción que ya empieza a expresarse en las luchas concretas de los de abajo, como en el reciente conflicto de los trabajadores siderúrgicos.

Pese a la opinión que nos merezca la estatización de la compañía, el camino recorrido por los trabajadores de SIDOR, la principal siderúrgica venezolana, ejemplifica la impostergable tarea a realizar por los movimientos sociales y populares del país: movilizarnos y luchar por nuestras propias demandas. Para libertarios y libertarias es la beligerancia del movimiento de oprimidos y oprimidas, de cualquier signo, la que promueve los cambios positivos en la sociedad. Esperar que esas mejoras lluevan desde las alturas del poder es, como lo ratifica la realidad en los últimos años, una quimera. Pero el accionar de los movimientos se ha visto atrapado por dos grandes camisas de fuerza: la polarización inducida por los de arriba, por una parte, y la hipoteca de la autonomía cedida por los de abajo, por la otra.

Desde el año 2001, El Libertario ha denunciado la falsedad de la polarización inducida por las cúpulas en pugna por el poder. Ambas concepciones, ilusoriamente antagónicas, beben de la misma fuente: un gobierno basado en la renta petrolera, enmarcado en la globalización económica, con el máximo control posible sobre la sociedad y con la apertura mínima de reales espacios de protagonismo popular. El maniqueísmo impuesto logró legitimar el "liderazgo" de cada cúpula, destrozando el tejido social beligerante de base evidenciado durante los 90´s, infantilizando el pensamiento y ocultando la causa estructural de la crisis política: una de las distribuciones de riqueza más injustas del continente, situación que por lo demás se ha mantenido. Al tener que tomar partido por uno de los bandos, los propios movimientos de base asumieron la racionalidad maniquea, desplazando sus agendas políticas a un segundo plano y movilizándose por las consignas difundidas desde el poder, electoralizando sus esfuerzos.

Es en este contexto donde valoramos como significativo que un grupo de trabajadores retomen sus exigencias laborales, independientemente de sus preferencias políticas, y que se hayan movilizado por ellas contra viento y marea. Al romper el falso consenso, la lucha sidorista se enfrentó a la respuesta tradicional, de antes y de ahora, de los gobiernos venezolanos: represión y solidaridad estatal con la patronal. Ante los palos y el encarcelamiento de los trabajadores, los cogollos sindicales "bolivariano" y "opositor" olvidaron elementales principios de solidaridad de clase, en un silencio estruendoso. La polarización de las centrales laborales recordó amargamente las consecuencias de sustituir la agenda social y laboral por la agenda politiquera y mediática.
Sin embargo, la ausencia de respaldo real ante la represión vivida por los sidoristas, evidencia la profunda crisis del movimiento de trabajadores y trabajadoras en el país, y su incapacidad de establecer lazos de solidaridad horizontales, una identidad común y diferente a la de "chavistas" y "opositores", así como un horizonte compartido, la conquista aquí y ahora de mejores condiciones laborales. Estas faltas son en particular incisivas cuando un gobierno, retóricamente "revolucionario", ha adelantado claras políticas antiobreras: acorralando las libertades sindicales, flexibilizando las condiciones de trabajo, mediante su fantoche "cooperativo", y privilegiando una economía basada en la exportación de energía barata al mercado mundial, aniquilando fuentes de empleo tradicionales en la economía del país. Por otra parte, organizaciones gremiales denunciaron que, para el año 2007, 243 contratos colectivos se encontraban sin firma en el sector público, lo que dice bastante acerca de la incidencia del "sindicalismo bolivariano" en las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de un Estado autoproclamado como "revolucionario". Y como si lo anterior fuera poco, Venezuela se ha convertido, detrás de Colombia, en el segundo país más peligroso para la actividad sindical. 53 personas fallecieron durante el año pasado en pugnas, en el sector petrolero y construcción, asociadas a la obtención de puestos de trabajo. La gangsterización y degradación de la organización laboral, catalizada por la prédica de la burguesía bolivariana, sólo en el estado Bolívar ha cobrado la vida de 6 obreros entre enero y marzo de 2008. Y dicha situación se encuentra ausente de las preocupaciones de quienes dicen representar a la masa trabajadora.

Para los oprimidos no existen diferencias sustanciales entre los opresores. Cuando se conmemora un nuevo Primero de Mayo todos y todas, trabajadores y trabajadoras, debemos pelear, aquí y ahora, por arrancar nuestros derechos a los patrones. Retomar nuestras propias banderas de lucha y no claudicarlas por nada: ni por elecciones de nuevos amos ni por promesas demagógicas de caudillos de pies de barro. Rechazando el esquema simplista y desmovilizador de la polarización, recuperando la autonomía de nuestros movimientos. Una consigna, preñada de sentido común, lo resume mejor que nosotro/as: ¡El pueblo unido avanza sin partido!

lunes, 10 de marzo de 2008

Latinoamérica ¿Dio chance a la paz?


All we are saying, is give peace a chance….

Jhon Lennon

¡Paz!, pedían tod@s luego de los conflictos entre guerrilleros y militares en fronteras, la gente sentía ánimos caldeados, creencias de que se avecinaba una guerra, por un lado algunos exaltaban el nacionalismo, el “yo tengo toda la razón”, desatando el odio hacia los países vecinos, “los enemigos”. Acabada la cumbre del Grupo de Río se “decreta” entonces la paz; entonces ¿de que sirvió toda esta seudo guerra, para que la efervescencia y el nacionalismo, de que sirve todo el lenguaje patriota si queremos la paz? Muy sencillo, cualquier gobierno (para no entrar en la ridiculez de decir de izquierda o de derecha) seguidor del “manual patriota y autoritario” sabe que nunca viene nada mal un enemigo, alguien que ebullicione el odio interno creado por el patriotismo, que nos haga olvidar la verdadera causa y nos cree la necesidad de culpa a algún personaje ajeno.

En mi memoria ya recuerdo varios conflictos del caudillo con Colombia, que al final todos terminan en ese choque de manos siempre hipócrita y a la vez conspirador de los poderosos, al final siempre triunfan los intereses (los de los burócratas y afines, claro está), y que pasó entonces en ese tiempo de amenazas y cuasi-conflictos. Lo de siempre, el faccioso nacionalismo de las masas, quienes ven que el mandatario se preocupa por protegernos, donde cada uno refuerza un supuesto sentido de pertenecía a una bandera, un himno, una frontera y un escudo, a algo que desde pequeño se nos enseña a venerar sin justificarnos porque; “la bandera representa por lo que lucharon los próceres de la independencia” te dicen (¿cuál independencia?), el himno las notas de libertad (¿cuá libertad?), tu territorio representa lo que eres (pues no lo creo, lo que soy es por los amigos la familia, soy habitante del tercer planeta como tod@), y un escudo que ni siquiera se porque tengo que venerarlo, pero deber se por algo parecido

Desde pequeños nos alimentan para estas situaciones, para caer en un fanatismo y sentirnos superiores a lo “ajeno”, a querer morir por una bandera, un himno y una frontera -¿es que acaso ellos han hecho algo por nosotros?-, me responderían con lo que les he mencionado antes supongo yo; repetir y repetir el cassette, ¿una mentira muchas veces cómo que si puede llegar a creérsela uno no?.

Ahora bien me pregunto yo ¿cuál paz? Recuerdo una caricatura de Quino donde muestra una comparación entre los miembros de las Naciones Unidas “resolviendo” los problemas mundiales, y una familia pobre resolviendo el que comer cada día. La situación de esa paz es totalmente la misma, los poderosos y los medios nos dicen PAZ; pero aun no entiendo ¿cuál paz?, veo en las noticias muertes, robos, violaciones, bombardeos, crímenes, secuestros, y no sigo porque sacaría todo lo horroroso del género humano. Nos dicen la paz, pero aun no veo paz, los gobernantes hablan de paz solo para subir las encuestas, mostrarse como hermanitos de la caridad, mientras en sus narices se comete paramilitarismo, corrupción, desplazamientos, aumentos de desigualdad, etc.

Entonces ¿cuál paz?, es verdad para nada es deseable un conflicto por decreto entre personas que no se conocen y se masacran para provecho de personas que sí se conocen pero que no se masacran, pero no veo aun la paz, aun veo la opresión, veo que los ricos son más ricos, el poder crece, cambia de color y sigue oprimiendo.

La Paz no puede darse por decreto, menos de quienes tienen las manos bañadas de sangre. Diré que hay paz cuando no halla ejércitos, no halla armas, cuándo vea que mi libertad no termina con la del otro, sino que se extiende con la suya, no veré la paz hasta que caigan los poderosos y explotadores. Tiene que venir de abajo, de las luchas de tod@s; ni gobiernos ni organismos internacionales ni corporaciones buscaran la paz, solo quieren la Pax Romana, esa que los atornilla, les da poder, crea desigualdad, no queremos esa paz. Cuando organizad@s expulsemos todos los males que oprimen y enajenan al humano, cuando rompamos los muros de las cárceles y fronteras, cuándo nos olvidemos de un himno y una “patria, socialismo o muerte”, cuando nos organicemos, nos apoyemos mutuamente, entonces podremos todos pensar en una paz, libertad e igualdad.

Recuerda compañer@ lo que también dijo Lennon. “War is over…IF YOU WANT IT”.

viernes, 7 de marzo de 2008

Declaración de antimilitaristas de Latinoamérica: No necesitamos otra guerra más




No necesitamos otra guerra más. Nosotras/os, objetoras y objetores de conciencia y antimilitaristas del Ecuador, Colombia,
Venezuela, y toda América Latina y el Caribe, unidos, nos negamos rotundamente a una escalada bélica que desemboque en una guerra que, nuevamente, nos intente dividir. Ya bastante tenemos con el hambre, la corrupción, el militarismo exacerbado, el impúdico gasto militar, la inseguridad ciudadana, el continuo bofeteo a los derechos humanos por parte de nuestros
gobernantes, para que nos quieran regalar un conflicto armado más.

Una guerra sólo fortalecerá los respectivos nacionalismos de los países en conflicto, aumentando la xenofobia instalada en
nuestros países. Fortalecerá a las Fuerzas Armadas, que encontrarán otra razón para incrementar sus presupuestos y servirá para esconder aún más los problemas que nos aquejan como pueblos latinoamericanos y del Caribe: la explotación sin control de nuestros recursos, los altísimos niveles de desempleo, la discriminación y violencia de género, la corrupción y las mafias del poder, las comunidades desplazadas por conflictos bélicos o por monocultivos agrícolas y forestales, el racismo y la discriminación por clase, etc. Nada eso se solucionará por la guerra. Al contrario, significará que esos problemas aumentarán como han aumentado en cada dictadura y guerra civil.

Una guerra entre estados latinoamericanos es, al mismo tiempo, una conflagración civil entre pueblos hermanos, conducidos al
matadero por gobiernos militaristas, tanto de derecha como de izquierda. Los únicos vencedores de un enfrentamiento fratricida entre hermanas y hermanos son los comerciantes globales de armas, que desde Estados Unidos hasta la Federación Rusa, construyen laboratorios de guerra y opresión en nuestros países bajo eufemismos como el "Plan Colombia".

Decimos no a la guerra y a sus preparativos. No al fortalecimiento de cualquier militarismo, sea de derecha e izquierda. Sí a
la autonomía de los pueblos y de sus luchas. Sí al hermanamiento latinoamericano.

Convocamos a una acción conjunta contra el militarismo y la guerra, partiendo desde nuestra convicción de seguir trabajando
juntas y juntos por la promoción de la justicia y la solidaridad, fuera de los cuarteles, en cada uno de nuestros países.

Antimilitaristas de Latinoamérica y el Caribe

Organizaciones:
- Internacional de Resistentes a la Guerra - IRG/WRI
- Grupo de Afinidad Antimilitarista de Asunción GAAA (Asunción-Paraguay)
- Pelao Carvallo, consejero IRG
- Yeidy Luz Rosa Ortiz, Casa Feminista de Rosa - Quito, Ecuador
- Periódico El Libertario - Venezuela
- Xavier León, Grupo de Objeción de Conciencia del Ecuador - GOCE
- Movimiento Antimilitarista y de Objeción de Conciencia MAOC Chile
- Adriana Castaño Román, Red Juvenil de Medellín, consejera IRG
- Acción Colectiva de Objetoras y Objetores de Conciencia (ACOOC) Bogotá